miércoles, 17 de agosto de 2011

En tierras Alemanas

Cambio radical de rutina, horas muertas y soledad...
Tiempo para pensar, demasiado, en las cosas que se han ido sucediendo en estos meses, en los cambios que ha sufrido mi vida y hacer una valoración de ellos para sentirme afortunada al decir que me siento feliz...
Más feliz que nunca a pesar de haber perdido algo que creí tan valioso y a la vez tan dañino y al ganar tantas cosas que han enriquecido mi mente y mi corazón.
Preciosos días estivales, bajo un sol abrasador, junto a antiguas amistades que tanto añoraba que siempre son capaces de arrancarme mas de mil sonrisas y redescubriendo a otras de manera mas intima y más cercana regalandome la más bella de las sorpresas que he recibido en mucho tiempo.
Estos meses me han servido para recuperarme, reinvertame y volver a encontrarme a mi misma, volviendo a sacar lo mejor de mi, pues aveces suceden cosas que en un principio resultan trágicas y tremendamente dolorosas pero que a fin de cuentas acaban siendo de lo más positivas para una misma.

Me gusta sentirme así...